Conejo en paz

Pues nada, que estaba yo ayer escuchando al Gran Maestro Freak César Vidal y disfrutando de sus onanismos antigubernamentales. Este hombre habría podido ser el rapero, o el teleevangelista, más pedante del mundo. Hay un espacio dentro de ese bendito programa de La Linterna supuestamente dedicado a la cultura, y digo supuestamente porque mucho decir que vamos a relajarnos y hacer una pausa cultural, y mucho abrir con esa sintonía de musiquita clásica, pero en realidad lo que hace a continuación es seguir con el pim-pam-pum, que es por supuesto lo que nos pone a sus oyentes, aunque por razones muy diversas y no siempre confesables. Pues eso, que como de costumbre siguió repartiendo estopa, sólo que utilizando como excusa para sus letanías temas lejanamente relacionados con la cultura. Que si Iñaki Gabilondo, el mismo periodista que se había inventado terroristas suicidas el 11M (barra de repetición), había comparado a los objetores de la Educación para la Ciudadanía con los simpatizantes de Batasuna (barra de repetición y da capo). Después Mr. Vidal le cedió el micro a la becaria para las noticias breves. Y así fue cómo me enteré de que se había muerto cierto escritor norteamericano llamado John Updike. Y la verdad es que me sentí un poco sucio, como uno que se la está cascando con una peli porno y de repente descubre que la actriz que sale en esa escena era aquella amiguita suya del instituto.